Enfermedad Periodontal en las Mascotas



Es sin dudas la patología más frecuente en nuestras mascotas. Podemos definir la enfermedad periodontal como aquella patología de curso crónico que afecta a los elementos blandos y duros de sostén de las piezas dentales. En su etiología intervienen tanto factores infecciosos como propios del animal y puede cursar con otras patologías bucales.

¿Cómo se produce?
Primero se deposita sobre el diente un complejo formado por glucoproteínas, bacterias y células muertas al que llamaremos Placa Dental. La velocidad de depósito de dicha placa es de aproximadamente 48hs y sobre la misma precipitan sales de calcio en forma gradual formando el característico sarro de los dientes.
Este sarro, toma contacto con la porción de encía libre y la inflama produciendo así una gingivitis marginal. El aumento de flujo sanguíneo provoca una considerable presión sobre la cresta alveolar generando una paulatina reabsorción ósea favorecida también por la formación de prostaglandinas. Simultáneamente la encía libre crece a expensas de la encía inserta formando un bolsillo o bolsa subgingival en donde se acumula más sarro, restos de alimentos y más bacterias. Dicho proceso continúa en el tiempo quitando sostén al diente y generando una manifiesta halitosis (mal aliento).
La enfermedad periodontal como tal no se cura sino que se controla, es decir que no podemos volver al estadío inicial de anatomía del diente y su aparato de sostén, pero podemos evitar que siga avanzando.

¿Cómo podemos prevenirlo?
Su tratamiento consiste en prevenir que se instale la patología ya que siendo la microflora bucal la causante básica de su desarrollo, esta comienza a una temprana edad del paciente.
Lo ideal es comenzar con las consultas odontológicas lo antes posible y establecer un
control periódico cada 6 meses junto con la higiene profesional y la higiene hogareña. En caso de que la patología ya esté instaurada, se deberá realizar una minuciosa limpieza oral, y control cada 6 meses. También se indicará una higiene semanal a cargo del dueño con cepillo pediátrico blando y una solución antiséptica de clorhexidina al 2%, o en su defecto con preparaciones caseras de agua común (3 partes) y agua oxigenada de 10 vol (1 parte), o en un vaso de agua colocar una cucharita de café de bicarbonato de sodio.

Claudicación en Gatos


Signo Principal: La claudicación es una dificultad o anormalidad al caminar (ambulación o locomoción), también se puede manifestar por la dificultad para hacer esfuerzos como saltar a superficies elevadas. Este signo puede observarse en cualquiera de los cuatro miembros.
Signos Secundarios: puede haber dolor a la palpación del miembro o las articulaciones y el gato se resistirá a la maniobra, en general se quedará quieto en algún lugar apartado y tratará de moverse lo menos posible. Puede haber fiebre y ausencia de apetito (anorexia) y en casos crónicos se puede observar atrofia muscular del miembro afectado y pérdida de peso. En algunos casos el caminar será anormal para la especie. El lamido insistente de un miembro puede indicar una herida o cuerpo extraño clavado.
Posibles causas: la claudicación puede ser debida a la alteración de cualquiera de los componentes del sistema locomotor, como los huesos, músculos, articulaciones y sistema nervioso.
Problemas más importantes en el gato:
1) lesiones en la almohadilla plantar, se pueden producer por cortes o clavado de elementos punzantes. En los gatos gerontes hay que tener cuidado porque las uñas pueden crecer mucho y clavarse en el propio dedo.
2) lesiones óseas, como fracturas completas por traumatismos, o incompletas, que ocurren en general en gatos jóvenes con problemas de calcificación. En gatos gerontes el cáncer puede ser una posibilidad.
3) lesiones articulares, estas lesiones pueden ser inflamatorias como las artritis, o mecánicas como las luxaciones o una mezcla de ambas como la displasia de cadera. En las poliartritis se observará rigidez generalizada y dolor.
4) alteraciones musculares, neurológicas, metabólicas, endócrinas (diabetes), genéticas y vasculares (trombo arterial), también pueden ser responsables de dificultad en el caminar y saltar e inclusive de una parálisis.
5) alteraciones nutricionales como el exceso de vitamina A, en gatos que comen hígado crudo y la falta de calcio en los cachorros que comen carnes sola, son responsables de deformaciones óseas que podrían producir distintos grados de claudicación además de otros problemas.
¿Qué hacer?
Observación del propietario
Los propietarios deberán observar si el desplazamiento de su mascota tiene alguna dificultad, pero como vimos también el hecho que el paciente se quede quieto o no salte a loslugares que solía hacerlo es también una señal de alarma.
También es importante si la lesión se fue produciendo lentamente o si de golpe el gato presentó la claudicación o la parálisis.
Recomendaciones
Frente a cualquier anormalidad en el desplazamiento o dificultad para caminar o saltar se deberá consultar al Veterinario.
Una dieta balanceada desde el destete, es fundamental para el desarrollo normal de los huesos del cachorro.
El control de las uñas en gatos gerontes evita lesiones en la almohadilla plantar.

Lenguaje Canino


Hay que tener en cuenta las características del perro antes de hacer cualquier interpretación, recuerden que hay razas con orejas y rabos amputados, orejas extremadamente caidas, parpados de "Ojitos tristes" y muchas otras características que podrian complicarnos a la hora de saber lo que realmente está pensando el perro.

Sonidos

Ladridos:

Ladridos continuos y rápidos, en tono intermedio: Alerta. Problemas. Alguien entra en nuestro territorio.

Ladridos continuados y lentos, en tono bajo: Intrusos o peligro cercano. Preparados para defenderse.

Ladridos rápidos y con pausas cada 3 o 4: Aviso de problemas acercandose, y petición al jefe de la manada que investigue que pasa.

Ladridos prolongados e ininterrumpidos, con intervalos largos entre cada uno: Estoy solo y necesito compañía. Suele ocurrir cuando un perro lleva aislado mucho tiempo.

Uno o dos ladridos agudos y breves en tono intermedio: Es el saludo más habitual.

Un ladrido agudo y breve, en tono bajo: ¡Ya basta! Indica molestia.

Ladrido breve en tono alto: Indica sorpresa. Si se repite dos veces significa "¡Mira esto!". Si es más largo es una llamada. Muchos perros lo usan cuando quieren salir a la calle. En tono medio expresa alegría.

Aullido o ladrido muy breve en tono alto: ¡Ay!. Respuesta a un dolor repentino.

Aullidos repetidos a intervalos regulares: Muestra de un dolor intenso o respuesta a algo que les asusta.

Ladrido entrecortado en tono medio: Petición de jugar.


Gruñidos

Gruñido suave en tono bajo: Gruñido de amenaza. Conviene apartarse y dejar espacio al perro.

Gruñido que termina en ladrido, en tono bajo: Disposición a pelear. Si se presiona al perro, atacará.

Gruñido que termina en ladrido, en tono alto: Perro inseguro que preferiría no pelear, pero que atacará si no se le deja en paz.

Gruñido intenso sin enseñar los dientes: Suele oirse cuando juegas con el perro. Está simulando un ataque en broma e indica que se está divirtiendo. Suele intercalarse con ladridos entrecortados.


Otros sonidos

Gimoteos suaves: Indican dolor o temor.

Gemidos prolongados e intensos: "dame..." o "quiero...". Pretende llamar la atención. O está esperando que le des de comer o le saques de paseo.

Suspiro: Indica satisfacción si los ojos están semicerrados. Si están abiertos es una señal de decepción porque no ha ocurrido algo que el perro esperaba.

Rugido: Llamada a la caza.

Ladrido-aullido: El perro lo produce cuando se siente solo y busca compañía.

Aullido: "Estoy aquí" o "Este es mi territorio". Un perro seguro de si mismo aullará para mostrar su presencia.

Jadeo: Suele indicar excitación.