La enfermedad urinaria en los gatos

La enfermedad de las vías urinarias felinas es común tanto en machos como en hembras, aunque hay algunas diferencias de presentación en cada sexo.
Se caracteriza por la presencia de sangre en la orina, dificultad para orinar, imposibilidad para orinar, quejidos durante la micción.Pueden estar todos o algunos de los signos mencionados.
Las causas de la enfermedad de las vías urinarias inferiores pueden ser:
Inflamación urinaria inferior
Urolitiasis
Infección
Neoplásicas
Víricas
Alérgicas.

Inflamación urinaria inferior felina
La enfermedad inflamatoria de las vías urinarias inferiores felinas (vejiga y uretra) se presenta en un 0,5 a un 1 % de la población felina. Los machos y las hembras se ven afectados en igual proporción, aunque los signos clínicos y los efectos adversos son más dramáticos en los machos con obstrucción uretral. Ocurre con mayor frecuencia en adultos jóvenes, que viven en casas con pocas oportunidades de realizar ejercicios (sedentarios) y con antecedentes de sobrepeso y obesidad.
Hay dos categorías de la enfermedad: con o sin la presencia de cristales que serían como cálculos muy pequeños.
Las dietas con alto contenido de magnesio predisponen a formar cristales de fosfato de magnesio. El ph de la orina es el factor de mayor importancia que junto al anterior influye en la precipitación de los minerales. En orinas ácidas hay menor probabilidad que estos minerales precipiten. Por ello, los alimentos balanceados de muy buena calidad poseen acidificantes urinarios y un nivel adecuado de magnesio en su composición. Los alimentos balanceados secos tienen más magnesio que las fórmulas húmedas. Los balanceados de baja calidad no poseen ningún tipo de control ni restricción en la cantidad de magnesio, por ello su utilización puede predisponer al problema.
Los gatos domésticos que comen a voluntad tienen orinas menos ácidas respecto de los animales que ingieren raciones en ciertos momentos del día.
Los gatos silvestres que se alimentan con pájaros y mamíferos pequeños rara vez presentan esta enfermedad, ya que el esqueleto de estos animales contiene un alto contenido en proteínas que acidifican la orina y bajo porcentaje de magnesio.
La reducción del volumen de orina es otro factor que favorece la inflamación urinaria inferior. Las causas que pueden disminuir la micción incluyen: una bandeja sanitaria sucia o poco disponible, escasa actividad física (por ambiente fríos, obesidad, castración, enfermedad y confinamiento) y menor consumo de líquidos debido al mal sabor del agua, difícil acceso al bebedero o temperatura.

Síntomas:
La sintomatología variará si está presente o no obstrucción urinaria.
La obstrucción urinaria resulta en la incapacidad total o parcial de un animal para poder eliminar orina. La obstrucción parcial se origina por pequeños tapones uretrales o por la inflamación de las vías urinarias. La obstrucción total se da por la formación de tapones de mayor tamaño.
Los síntomas en gatos no obstruidos incluyen: micciones frecuentes y dificultosas, orina con sangre, micción en lugares inapropiados o no frecuente.
Síntomas en gatos obstruidos: durante las primeras 6 a 24 hrs. postobstrucción la mayoría de los pacientes intenta orinar con frecuencia, caminan, vocalizan se esconden, lamen sus genitales, están ansiosos, tiene el pene exteriorizado y congestivo, etc. Después de las 36 a 48 hrs. aparecen los síntomas de complicaciones como la falla renal: anorexia, vómito, deshidratación, depresión, debilidad, hipotermia, bradicardia y muerte.

Prevención:
Una forma efectiva para la prevención de la enfermedad o control de las recidivas puede realizarse mediante la corrección de los factores predisponentes y/o stress. Cualquier factor que predisponga al stress en los felinos es capaz de condicionar la aparición de muchas enfermedades, entre ellas la inflamación del tracto urinario inferior no es la excepción.
Situaciones estresantes pueden presentarse por ejemplo frente a cambios de territorio, ausencia de propietarios, presencia de personas o animales ajenos a la casa ya sea en forma temporal o permanente, por cambios de dieta. etc.
La orina de los gatos con esta enfermedad contiene muy a menudo cristales de fosfato de magnesio (estruvita). Estos hallazgos determinaron la formulación de dietas comerciales que disminuyen la probabilidad de precipitar este tipo de cristales, mediante la reducción en la cantidad de magnesio y adición de acidificantes para controlar el ph urinario. Los alimentos balanceados de muy buena calidad poseen en su composición elementos que favorecen el consumo de agua por parte del gato, con lo cual aumentaría el volumen de orina y el deseo de orinar, disminuyendo de esa forma la probabilidad de que estos cristales precipiten en la orina. Se ha demostrado que la utilización de este tipo de dietas tiene una alta eficacia en el tratamiento de la enfermedad y en la prevención de las recurrencias. Las dietas inadecuadas, de baja digestibilidad, sin control de minerales o administradas en exceso deben ser evitadas.
La higiene de la bandeja sanitaria en gatos que viven en departamentos o en el interior de las casas es fundamental para que el gato orine y defeque con la frecuencia adecuada.
Es importante evitar el sedentarismo y la obesidad. Controlar la cantidad de alimento que ingiere el gato por día.

Resumen:
La inflamación urinaria inferior felina se caracteriza por la presencia o no de sangre en la orina, dificultad o imposibilidad para orinar, quejidos durante la micción. El contenido de magnesio en la dieta y el ph urinario juegan un rol importante en el desarrollo de la enfermedad. Por tal motivo la correcta alimentación con balanceados con bajo contenido de magnesio y acidificantes urinarios son fundamentales en el tratamiento y la prevención de la patología.
La indicación del alimento recomendado para los problemas urinarios debe ser realizada por el Médico Veterinario.-

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