Mi mascota no quiere comer, ¿es anoréxico?



En las personas, la anorexia es una seria enfermedad que involucra tanto un problema psicológico como uno físico. El término es comúnmente usado por veterinarios para describir mascotas que han reducido drásticamente el interés en la comida o se rehúsan a comer. Los animales que sufren de anorexia típicamente, no lo hacen por elección, una disminución o apetito inexistente en las mascotas siempre se debe a una condición médica.


Causas de un pobre apetito y anorexia

Antes que el veterinario pueda hacer un diagnóstico, será necesario observar unos puntos importantes, incluyendo cuales son los hábitos normales de alimentación, así como también el grado en el cual el apetito de su mascota está afectado. Es importante también informar sobre cualquier cambio en su estilo de vida. Las mascotas muy sensibles pueden dejar de comer y perder peso si están tristes o insatisfechos con respecto a una nueva marca o tipo de alimento. Muchas mascotas pueden disminuir su apetito debido a razones de comportamiento, incluyendo ansiedad por ser dejado solo mientras la familia esta de viaje, por ejemplo. Estas cosas serán de consideración por su veterinario.

Estas son algunas de las causas más comunes que ocasionan un pobre apetito y/o anorexia

Problemas gastrointestinales, incluyendo pancreatitis y obstruciones intestinales;
Tumores en cualquiera de sus variantes;
Problemas odontológicos, tales como enfermedad periodontal;
Fiebre;
Dolor;
Enfermedades parasitarias y otras infecciones;
Anemia.


¿Que hará su veterinario?

Dependiendo de los síntomas, esto es lo que generalmente se realiza si su mascota muestra signos de anorexia o pobre apetito.

1 – Consultarle acerca de los últimos momentos. Muchos veterinarios harán una serie de preguntas básicas para ayudarse a entender la historia del problema; ¿cuándo notó que su mascota dejó de comer? ¿cómo es la forma habitual de alimentación? ¿cómo han progresado los signos?¿cómo es la actitud de la mascota?, etc.

2 – Hacer un examen físico. El examen físico completo es una parte crucial del proceso.

3 – Hacer un chequeo de laboratorio. Test de sangre, orina y de materia fecal puede ser de utilidad si su veterinario sospecha de ciertas causas. Además de un análisis de orina básico y un conteo celular sanguíneo completo, su veterinario puede optar por elegir otros test para ayudar en la identificación específica de enfermedad gastrointestinal, infecciosa o parasitaria, entre otras.

4 – Solicitar estudios de Rayos X y de imágenes. Las radiografías pueden ser de utilidad en muchas ocasiones, especialmente cuando se sospecha de problemas gastrointestinales, tumores o dolores ortopedicos. Algunas mascotas pueden requerir diagnósticos por imagen más sofisticados, tales como ultrasonido, para identificar posibles tumores y visualizar la forma y arquitectura de los órganos.

Tratamiento

El tratamiento depende enteramente de la causa subyacente.


¿Qué se puede hacer en casa?

Una mascota que de repente dejó de comer o come mucho menos, necesita una evaluación médica por un veterinario. Cuando los gatos dejan de comer, se pueden sumar rápidamente problemas adicionales por un mal funcionamiento metabólico.
Si se observan otros signos importantes en su mascota, tales como diarrea, vómito, letargia, fiebre, hay que buscar ayuda médica de manera rápida.

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