Gastritis agudas: Se atribuye a la intolerancia o alergia alimentaria, parásitos o a la reacción a antígenos bacterianos. Esto se produce por ingerir alimento vencido o en malas condiciones (húmedo, o suelto sin las mínimas condiciones de higiene en su envasado). También se puede producir por ingerir grasas o sobras de alimentos caseros, o por comer los restos de la basura donde se encuentran alimentos descompuestos y ciertos productos tóxicos.
Obstrucción e inflamación del esófago: generalmente, después de un almuerzo o cena, muchos suelen dar a sus mascotas huesos de carne o de pollo. Las astillas de estos restos hacen daño al circular por el esófago, las paredes se inflaman y el animal tiene dificultades para tragar. Si la astilla no se digiere, provocará saliva en exceso con probabilidad de vómito y sangrado; y si queda atrapado en la entrada del tórax nuestra mascota no podrá respirar. Por lo tanto, los especialistas recomiendan el alimento balanceado como la mejor alternativa de alimentación ya que facilitan una buena digestión por su fórmula y tamaño.
Diarrea: la diarrea es la eliminación de materia fecal, blanda o líquida, y en general con mayor frecuencia de lo normal. La diarrea se puede producir por alimento en mal estado y cambios bruscos en la dieta ya que el intestino de la mascota debe prepararse cada vez a digerir alimentos variados. Se aconseja mantener la misma calidad de alimento para que la mascota no sufra problemas intestinales frente a los cambios
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